Me gustaba jugar con ella en las largas mañanas vacías de verano, cuando tiraba las horas muertas en compañía de mi prima. Hacíamos una casa para ellas con lo típico (una caja con un trapo como cama, un boli como perchero, etc) e inventábamos mil y una aventuras que las pobres muñecas plastificadas sufrían. Que si una violación por allí, que si un aborto por allá... lo normal para una Barbie.
También me dedicaba a experimentar con ellas mis indudables dotes como peluquera y maquilladora. A una le cubrí la cara de máscara de pestañas que luego se secó y, tras intentar limpiarla, se quedó con la raya en los ojos y unas extrañas manchas negras en los orificios de la nariz.
A otra le corté el pelo con intención de hacerle capas y quedó más bien como si le crecieran alambres describiendo un plano de 45º con la parte superior de la cabeza. Eso por no hablar de cuando le lavé el pelo (con champú, acondicionador y mascarilla Pantene PRO-V Suave y Liso, no sus vayáis a creer) y después se lo sequé con el secador tan cerca y tanto tiempo, que en vez de conseguir el resultado "Suave y Liso" quedó más bien "Chamuscado y Áspero". Aunque la muñeca era blanca, más bien tenía pelo de negra.
Y así he vivido los últimos años del imperio Barbie y su decadencia. Decadencia, bonita palabra. Porque la Barbie es demasiado perfecta para este tiempo imperfecto, demasiado elegante para la vulgaridad actual.
Bueno, y ahora me largo, que tengo que ir a comprarme mi Bratz.
4 comentarios:
Yo era más de los playmobil, pero mis hermanas tambien tenían a las barbies desnudas y tuneadas.
Daba igual, la Barbie estaba asexuada.
Te quiero mucho mi niña
Las bratz son lo mas cool okey adios barbie
Bratz contra barbie que super
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