Amor... me encuentro a tus labios entreabiertos, jadeantes, con un brillo suave, no aceitoso, sino como de escarcha dulce sobre la guinda de un pastel de cumpleaños. Me miran y me susurran con su lenguaje de latidos, de volcanes humeantes, de palabras fulminantes. Los beso y me besan, apenas mojados con el roce placentero de tu lengua. Cálidos, ocres, intensos, pimentosos. Y desde allí viajo por todo tu cuerpo, palpando cada relieve, cada cabo y cada golfo, cada pliegue inusitado, cada línea erguida...
1 comentario:
Me gusta cuando me recorres, cuando tomas la iniciativa y me dejo hacer.
Me encanta cuando solo compartimos la piel de nuestros labios y cuando nos abrazamos todo lo que podemos y nos permiten las leyes de la física.
Publicar un comentario