Sólo sé que no sé nada y ya sé algo, pero no mucho, es difícil comprender sin ser absurdo cuando dije que el folio blazer buscaba parte en el asunto banal del panal apícola.
Es triste y hermoso, hermético-apestoso, verde aceitoso, granito de diamante, quilates de coral. Son techos de plástico, alfombras de pan salado. Ojos concretos e infinitos, nunca jamás finitan siempre que, con sus estereocilios de cristal ahumado, de vidrio multicromo, no te hagan una llaga en las encías.
Asunto astuto, dulce caviar acosado en los laureles del tren. Hizo tristes a los niños ausentes, hizo párvulos a los ancianos de sal.
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