viernes, agosto 13

Cuando lo comento con la gente me dicen que no es raro, que a ellos también les pasa, etcétera. Es esa sensación que se va acercando poco a poco y que tú intentas ignorar hasta que ya está encima de ti y no te deja moverte. Cuando empiezo a estar así, me dan ganas de autodestruirme, de pensar en cosas malas y de martirizarme. Qué raro es el ser humano, si se supone que venimos aquí para intentar ser felices...
Cuando salgo de un bajón me prometo que nunca más caeré en las redes suicidas y que mantendré la cabeza fría esperando a que pase la tormenta. Pero lo cierto es que casi nunca puedo llevarlo a cabo. En esos momentos me sale la vena compulsiva y lo último que puedo hacer es quedarme quieta. Últimamente intento distraerme, es mi nueva terapia, y no funciona del todo mal. Mantener la cabeza ocupada en otra cosa me resulta más fácil que aceptar e ignorar el trance.
A veces odio lo que aparece en mi imaginación, aún sabiendo que cuantos más sentimientos despierte en mi mente, más me costará olvidar. Tengo síntomas de tantas enfermedades mentales que ya ni me apetece investigar.

1 comentario:

LaLune dijo...

Sigue escribiendo eso que hay en tu mente...te ayudara...
Hay dias que me tengo miado a mi misma por tanta mierda que hay en mis pensamientos, no quiero levantarme de la cama, pero al final...lo hago...me levanto y escribo.
Llevo poco escribiendo en la pagina y lo hice por que antes me desahogaba en papel y los perdia.
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Lune